Los hombres debemos partir por interesarnos e investigar sobre el feminismo, para no ser tan idiotas como para dejarnos llevar por propaganda engañosa y tachar de feminazi a una mujer que lucha por DERECHOS. En general, uno no puede criticar la lucha de las mujeres sin ser mujer, ni la de los campesinos sin ser campesino, simplemente PORQUE NO VIVE SU REALIDAD, lo que le queda es o callarse o solidarizarse.

Si bien, como varones no podemos ser feministas, pues es una lucha de mujeres, bajo el rol de aliados podemos cooperar, pero con consecuencia entre lo dicho y lo hecho: no podemos llamarnos aliados si no condenamos que un amigo nuestro se sobrepase con alguna chica, por ejemplo. Lo que sí podemos, y debemos hacer, es repensar nuestra masculinidad: plantearnos si es bueno seguir creyendo que como varones tenemos que seguir siendo fuertes, abusivos, dominantes, machitos, y dominantes ante el sexo opuesto, como lo impone nuestra sociedad conservadora, o más bien, reflexionar en nuevas masculinidades, tan necesario en el siglo XXI. Comencemos por deconstruir el género: dejar de pensar en cosas para varones y cosas para mujeres, creer que las tareas del hogar pueden ser compartidas, y que restregar algunos platos o cocinar no nos hace menos hombres. Dejemos atrás la masculinidad frágil y tóxica.

Es importante también que reconozcamos nuestros privilegios de género, no podemos ser tan mezquinos y creer que en este mundo todos tienen los mismos derechos, pues es una farsa. Hay diversos tipos de privilegios, y el simple hecho de nacer varones, ya nos facilita algunos. EL PATRIARCADO EXISTE, hay que reconocerlo y derrocarlo.

Ah, y no seamos los destructivos que, como en el caso de la chica víctima de una violación grupal, se plantean una lucha de géneros, y buscan a toda costa victimizar a los desgraciados y culpar a la víctima. ESO ES INADMISIBLE.

Más bien...

Seamos empáticos, con ellas y con todxs. Ni las mujeres ni la comunidad LGTB+, que viven en constante peligro y con los derechos pisoteados, la pasan bien en un mundo tan desigual e injusto. Deconstruyámonos, no le tengamos miedo al cambio, demos pasos para bien. Hagamos de este país un lugar mejor, partiendo de nosotros.

"[Para América Latina] el machismo fue un producto de importación [de la conquista], en la que fue protagonista la santa iglesia" - Eduardo Galeano