El miércoles 5 de abril, un día después de recordado un aniversario más del fallecimiento de Javier Diez Canseco, una de las más grandes figuras de la izquierda peruana, se logró un hecho histórico pero siempre esperado: la ansiada unidad de la izquierda. Sí, los dos partidos con más apoyo en los comicios del 11 de abril encabezados por Verónika Mendoza y Pedro Castillo, hoy en segunda vuelta, suscribieron un acuerdo político. Cabe resaltar que es el primer acuerdo político firmado en esta segunda vuelta, partidos como el de Acuña, De Soto, Beingolea, y demás agrupaciones de derecha, manifestaron su apoyo a Keiko Fujimori, pero ninguno se sentó a llegar a acuerdos, plantear necesidades, o intentar persuadir a la hija del dictador en ciertos temas, su respaldo se sostuvo solamente en la "defensa de la democracia", en realidad, del status quo y los privilegios que sostienen gracias a este modelo neoliberal vigente. En la izquierda sí pasó.

"Quiero agradecer a Perú Libre y a Pedro Castillo por el productivo diálogo. Hemos ratificado nuestro compromiso para trabajar de manera conjunta por un gobierno de cambio", declaró Mendoza en conferencia de prensa.

El acuerdo firmado por JP y PL tiene, básicamente, los siguientes puntos:

-  Lucha contra la pandemia, garantizando la vacunación universal y gratuita, la distribución de oxígeno y el fortalecimiento del sistema de salud pública.

- Reactivación económica priorizando la generación de empleo y dejar atrás el modelo económico impuesto por la dictadura fujimorista que solo ha favorecido a unos pocos privilegiados

- Lucha contra la corrupción, combatiendo la impunidad, exigiendo sanciones y rescatando el estado para ponerlo al servicio del pueblo.

- Refundación del estado, profundizando la democracia, garantizando el ejercicio de derechos para todos y todas, en plena igualdad y sin ningún tipo de discriminación.

Mendoza hizo saber que desde JP están dispuestos a trabajar en conjunto, "Ponemos a disposición todo lo que tenemos para la transformación del Perú con el profesor Pedro Castillo", dejando abierta la posibilidad de ceder a su equipo técnico, presentado en primera vuelta, que parece ser la principal carencia de Castillo y Perú Libre.

"Cómo en un país tan rico la gente clama por oxígeno, o los jóvenes por más esfuerzo que hagan siguen con un futuro incierto y vienen a las grandes ciudades para formar los cinturones de pobreza y son presa fácil de problemas sociales de la delincuencia y de la drogadicción. Por eso estamos acá y por eso nos hemos puesto de acuerdo y gracias a Nuevo Perú y Juntos por el Perú por abrazar esta causa", dijo Castillo.

Sin duda, para lograr esta unidad, esperada históricamente por las organizaciones sociales y el pueblo peruano, fue de vital importancia tener al frente en esta segunda vuelta al fujimorismo, la cara más dura y recalcitrante de la derecha peruana, los principales representantes de la bien llamada DBA (derecha bruta y achorada).