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Valérie Robin: “El terruqueo traba toda posibilidad de avanzar en el camino de la verdad y la reconciliación

A propósito de la presentación en Ayacucho de “Los silencios de la guerra”, conversamos con la antropóloga francesa y autora del libro, Valérie Robin Acevedo. Una entrevista acerca de su investigación para el libro, pero también del Conflicto Armado Interno en general, así como de la memoria y la justicia en torno al tema.

Publicado: 2021-11-15

Por: Adrián Sarria Muñoz

“Desde pequeña me enamoré del Perú sin siquiera conocerlo”, comenta la antropóloga francesa Valérie Robin, que se interesó espontáneamente por contribuir con la memoria histórica de nuestro país. Su primer encuentro con el Perú se dio a través de libros y música, al culminar el colegio decide inscribirse en Antropología y estudiar quechua en su natal París. Ahora goza de un castellano perfecto con cierto acento peruano, y también se comunica en quechua, lengua que facilitó su trabajo de investigación para escribir Los silencios de la guerra, que comenzó el 2004 tras la entrega del informe final de la CVR, “hasta el 2012 hice varios viajes a Ocros y Huancapi, me interesaba mucho ver cómo, en los lugares más afectados por la violencia política, la gente venía reconstruyendo lazos sociales en una sociedad posconflicto, escenificando su pasado en sus festividades”. Recuerda mucho lo que vio en Ocros, “la gente representó, en los carnavales, la masacre que había cometido Sendero Luminoso en los 80’, buscando dar un mensaje no solamente al lugar, sino también a la nación, interpelando en relación al abandono del estado”, agrega Valérie.

La publicación del texto coincide accidentalmente con la feroz manipulación actual del Conflicto Armado Interno, “la verdad que cuando acabamos el libro no imaginamos que sería de tanta actualidad, especialmente con la política y las elecciones, donde se desató un terruqueo feroz, que continuó con la designación de miembros del gobierno”, cuenta Valérie, que además siguió de cerca todo el proceso electoral que devino en la elección de Pedro Castillo como Presidente de la República. Ella critica el uso que le damos los peruanos a un tema de tanta repercusión en nuestra historia, “hay una instrumentalización política problemática para rechazar o intentar destruir al contrincante, al opositor”, sin embargo afirma que el ‘terruqueo’, no solo nos afecta a nivel político, “siempre se habla del terrorismo en relación a Sendero Luminoso, cayendo a veces en el negacionismo, olvidando que, si bien se tuvo esta violencia senderista indudable, también se dieron masacres tremendas por parte de las fuerzas armadas, del estado. Termina dando una visión totalmente sesgada, ignorante”, concluye la antropóloga.

Y es cierto, la manipulación política del conflicto armado interno ha permitido ver que, cada que vez que se toca el tema, solamente se habla de lo hecho por Sendero Luminoso, que de hecho fue nefasto, para intentar manchar honras sobre todo de gente vinculada a la izquierda, pero se busca además ocultar el sangriento e injusto actuar del estado, tal vez con cierto interés oculto. “Esta negación no solamente afecta el debate público, sino también tiene repercusión en el tema de las judicializaciones. En el caso de Huancapi por ejemplo, se tiene pendiente un juicio contra un oficial que desapareció profesores y una señora embarazada en la base contrasubversiva del lugar”, asegura Valérie Robin, que muestra una clara decepción cuando le comentamos que casos de tortura en ‘Los Cabitos’ de 1983, recién están siendo admitidos por la CIDH. Bien dicen que la justicia tarda, en el Perú esperamos que llegue pronto.

Se le debe dar la trascendencia y el tratamiento -respetuoso- necesario al CAI, “los debates deben dejar de ser tan apasionados y pasar a ser más reflexivos. No es bueno para los jóvenes, que no vivieron el conflicto armado, que se siga aludiendo a lo que acaba siendo una especie de cuco, provoca un susto que es una sensación casi abstracta, porque tienen miedo sin siquiera entender qué ha pasado”, narra Robin, que considera además se está creando una cultura del miedo, “es algo que nació en la época de Fujimori, pero que se sigue utilizando de una manera burda, que no solo es un problema en el discurso, sino que tiene consecuencias legales, en el tema de la apología al terrorismo, por ejemplo”, concluye la antropóloga francesa.

Trabajos como el de Valérie Robin en “Los silencios de la guerra”, marcan un camino que es el que, por fin, debería seguir el país en busca de la reconciliación nacional. Además de la justicia, es importante mantener latente la verdad, completa y absoluta, en la memoria histórica. Sólo así podremos cerrar las heridas aún abiertas de los años de la violencia.


Escrito por

Adrián Stéfano Sarria Muñoz

Ayacuchano, estudiante de Periodismo (ULima), ejerciendo en Estación Wari, emisora ayacuchana.


Publicado en

Sin patrón

Un blog de Adrián Sarria Muñoz.